Con la palabra "Suegra", que pasa a ser más un adjetivo descalificativo que un sustantivo propiamente tal, me vienen a la mente todos aquellos chistes sobre esa tan cuestionada figura hechos en su mayoría por hombres. Es decir, que los casos de suegrofobia suelen ser más sufridos por hombres que por mujeres, quizás por condición de género. Hasta que me tocó a mí. Hasta que dejé de ser la nuera 'dige'.
En mis 176172187318 años de vida he tenido pocos pololos, y sólo con algunos de ellos logré establecer un nexo con su familia y en especial con su madre - o la mía suegra-. Experimenté de todo, desde las más locas y pesadas, las que en un principio jamás me quisieron y después me regalaban ropa (xD), y otras anécdotas que quizás jamás tuve y por eso ahora no recuerdo.
Mi primera suegra fue un amor! Hablábamos de su adolescencia, me contaba cosas, y me grababa de su música con lindas dedicatorias en los cds. Recuerdo a otra que era más loca que el hijo, menos mal duré poco ahí. La que más quise (y quiero) nunca llegó a ser suegra legal pero ella y su marido son mis suegros ideales, lástima que su hijo dista bastante de serlo jajajajaja. En general, nunca me he llevado mal con una señora santa madre de pareja...pero siempre hay un PERO.
Sucedió cuando conocí a mi última ex pareja y paradójicamente fue con la que más tiempo duré. Decir a lengua suelta que me llevaba mal con su familia es una falacia de porte de un buque, yo sé que trataban de ser amables y yo también lo intenté pero por alguna razón las relaciones nunca fluyeron. Por otra parte, tampoco puedo decir que me llevaba mal con mi suegra puesto que cuando nos veíamos no se trataba de contiendas sin fin o miradas mutuas que equivalen a cañonazos. De por sí, esta suegra es una mujer simpática cuyo único defecto, para mí, es que hablaba demasiado (consecuencia de una nula comunicación en su nido matrimonial). Recuerdo el suplicio que me recorría las entrañas cuando escuchaba de mi pareja decir "este fin de semana viene mi mamá a quedarse". Imagínense eso mismo pero cuando se quedaba 1 semana completa!!!!. Le contaba a mi mamá y se cagaba de la risa.
El asunto es que este síndrome de suegrofobia se exacerbó con una actitud por parte de ella, su rol de "mamá vitalicia" que no había visto en ningún otro pinche, siendo que éste era el hombre más adulto con el que me relacioné. Lo recuerdo como si fuera ayer. Salimos los tres y nos detuvimos en una feria artesanal. Él quería probarse una polera y ambas la tomamos tratando de probársela. Lo encontré patético jajajaja, al final me hice a un lado y observé solamente.
El hecho es que esa actitud me hizo pensar un poco más allá. Sé bien que al no ser madre por experiencia propia mi opinión puede estar incompleta, pero sí puedo hablar como hija. Nunca pierdo.
Me detendré en el concepto de "mamá vitalicia", porque es quizás algo que les pasa o pasará a muchas mujeres, en vez de deshacerse o desapegarse del rol se adhieren a él como un derecho. No es extraño, por ejemplo, ver que dentro de este rol, la madre quiere seguir siendo madre, desplazando a la nuera en el rol de esposa, señora, polola, whatever, explotando así el universo en multipedacitos.
El asunto es que este síndrome de suegrofobia se exacerbó con una actitud por parte de ella, su rol de "mamá vitalicia" que no había visto en ningún otro pinche, siendo que éste era el hombre más adulto con el que me relacioné. Lo recuerdo como si fuera ayer. Salimos los tres y nos detuvimos en una feria artesanal. Él quería probarse una polera y ambas la tomamos tratando de probársela. Lo encontré patético jajajaja, al final me hice a un lado y observé solamente.
El hecho es que esa actitud me hizo pensar un poco más allá. Sé bien que al no ser madre por experiencia propia mi opinión puede estar incompleta, pero sí puedo hablar como hija. Nunca pierdo.
Me detendré en el concepto de "mamá vitalicia", porque es quizás algo que les pasa o pasará a muchas mujeres, en vez de deshacerse o desapegarse del rol se adhieren a él como un derecho. No es extraño, por ejemplo, ver que dentro de este rol, la madre quiere seguir siendo madre, desplazando a la nuera en el rol de esposa, señora, polola, whatever, explotando así el universo en multipedacitos.
(Casi) Toda mujer tiene ese hermoso y absolutamente natural deseo de ser madre, incluso para algunas es casi la misión por la cual vinieron a este mundo. No es broma, recuerdo a una querida amiga diciendo que ella estaba segura que su misión en el mundo y en esta vida era ser mamá. Cuando esto sucede, el bebé es el centro de atención y en algunas ocasiones son el motivo y la razón de vivir; si bien los hijos son un motor de vida tanto para hombres como para mujeres, he visto que para las mujeres que son madre soltera sus hijos (sobre todo cuando tienen sòlo 1) son esa 'compañía eterna' y se abrazan a esta idea con fascinación. Con la mala pata de que, como ya es sabido, los hijos son prestados. Cuando no se comprende esto, las personas pueden tomar el rol de padres como algo eterno y no como una etapa más de aprendizaje y responsabilidad a lo largo de la vida llevando a los adultos al abismo emocional como por ejemplo "el síndrome del nido vacío", o caer en depresión porque el hijo no cumple con las expectativas de uno o ambos padres. En fin.
Aquellas madres (pues no he sabido de padres) que viven culpando a los hijos por la falta de consideración en cuanto a visitas, llamadas telefónicas, PIENSO YO que es no asumir que el rol de padres ya pasó y que se es padres activamente en sólo una etapa de los hijos. A mi parecer puede ser una actitud un tanto egoísta pues intentan de manera inconsciente llamar la atención y mantenerla en base a dolencias, preocupaciones, soledad y/o falta de cariño. Se torna egoísta porque busca que el(la) hijo(a) le incluya lo más posible en todas sus actividades, sin tomar en cuenta ni recordar la privacidad que ella tuvo o necesitó cuando emprendía su rol como fundadora de una nueva familia, abandonando el nido que le vió crecer.
Es cierto que no debemos dejarles solos, siempre estar atentos y por sobre todo agradecidos por el gran pedazo de existencia que nos entregaron en pos de nuestro crecimiento y desarrollo integral. Pero también deben ser independientes, rehacer de alguna manera la vida cuando la gran tarea de criar ya ha sido terminada. Sé que es complicado, comprender que a veces la dinámica de la existencia no es como quisiéramos o como nos gustaría, y que nuestros bebés algún día tomarán su propio rumbo, y ese camino no será compatible con la comunicación constante y directa. No podemos pretender que un alguien o un hijo sea salvador de nuestros estados de ánimo caído, ni menos de nuestras vidas.
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