
Desde que soy una dueña de casa a tiempo completo, me he puesto las pilas para aprender a cocinar de todo un poco, cosas dulces como queques (hacía cuando era muy pequeña, y con la vida moderna y ajetreada lo había olvidado :P), y otras saladas, como pizzas.
Con el paso del verano, es habitual ver en lugares rurales las moras, exquisitas moras -llenas de tierra-, en
los caminos; recolectamos unos kilos y, pues, hubo una mermelada de mora casera. Digo 'hubo', porque no duró más de dos días en mis manos. La llegada del otoño se hizo claramente presente hace unos días atrás, el fin de semana, y con ello el hambre feroz que avisa que faltan calorías para regular la temperatura. Lo que hice fue un pecado. Abrí el tarro de mermelada, y me lo comí a cucharadas!!!
Las mermeladas caseras son bastante fáciles, y aquí les doy la receta universal.
Necesitas:
a)La fruta en cuestión;
b)Azúcar, proporcionalmente la mitad de la cantidad de fruta. Por ejemplo, para 1 kg de fruta, sería 1/2 kg de azúcar. Yo le echo siempre menos.
La fruta se deja macerando con el azúcar, sólo con el azúcar, durante la noche (o puede ser 7 u 8 horas), hasta ver que se suelta juguito. Luego, se lleva a la olla y se hace hervir a fuego lento, hasta que encuentre el "punto".
Debo confesar que JAMÁS entendí lo que es el 'punto', pero a mí me pareció llegar a él cuando al hervir sale la espumita blanca. Otra forma de hacerlo es simplemente dejar que la fruta se ponga lo bastante blanda para que sea fácil de esparcir sobre el pan (o la galleta, mmmhhmmm...). Una de mis abuelas dice que "sólo lo deja hervir hasta que se incorpore completamente el azúcar".
Cabe destacar que recién hecha y aún caliente, la mermelada parecerá algo líquida, pero se espesa al enfriarse.
Es bastante fácil hacer mermeladas, y hoy en día hay una enorme gama de sabores, San Google alberga en la red muchas recetas únicas.
Espero les haya servido, y si tienen otra receta, no sean malas y compartan!
Hasta pronto!!
Comentarios
Publicar un comentario