El importante


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Corría el día 30. Mi café solo se enfrió, no esperaba nada ni tenía expectativas... solamente pasar un rato agradable. El mensaje decía así: “estoy de camino a tu casa”. Con el café frío y pasando las consecuencias de mi noche anterior sin dormir, no lo pensé demasiado, salí en busca de aquel “Amiguito”... Jajajaja!, no te hagas la loca, amiga lectora. Todas en algún momento de nuestras vidas hemos tenido ese amigo algo loco... de esas amistades extrañas entre sí y no, como un café amargo que si le sumas chocolate sabe bien... pero no satisface del todo porque el amargo sigue en la punta de la lengua...

Es la Duda, aquella intriga de años nos trajo a probar algo que no habíamos hecho, así es... una loca noche de pasión. Lo habíamos pensado, pero nunca se había concretado... Claramente en aquel momento había un poco de todo, el éxtasis del momento con una mala combinación de dos locos con demonios desatados y una muy vergonzosa experiencia anterior jajajajaja... quizá el gustito no valió la pena, quizá nuestro choque de ego era un poco demasiado para quedarnos con aquella “DUDA” y que por supuesto ni uno de los dos quería quedarse con ella, lo que dio como resultado una noche no muy gratificante, (no tenía expectativas, así que del todo decepcionada no quede) pero si con un mal gusto, no por amor, no por decepción de perder a alguien, si no por el rollo de la situación... Un día más de charla y el costo de muchos años de “amistad” que a veces si lo era, otras no tanto, lanzados por la borda.

El error de anoche.

Esta parte es la difícil... como asumir el “error” de aquella noche... quizá el costo no fue tan alto, pensando solo en que era inevitable... así que solo pasamos a ser el uno más en la lista y yo también en la de él...y aunque la idea era “solo pasarlo bien” y si te he visto no me acuerdo, no resultó del todo así...  

El mensaje decía lo siguiente: “No te quiero volver a hablar y a ver jamás...”  mi sensación de haber tragado un puñado de sal... Ups, ¿Qué paso aquí?, ¿me perdí de algo? Fue lo que pasó por mi cabeza al momento de responder con un seco “Bueno”. La respuesta a eso fue aún más sorprendente “Dime algo”... Aún figurada como caricatura atónita mirando el teléfono entre risa y decepción pensé ¿cómo podía responder a algo que nunca empezó? ¿Más drama Sr Importante? Ni en una serie japonesa...


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