De vuelta a mi camino




Es complejo cómo nos cambia la vida, cómo todo da vueltas y de un momento a otro tu vida puede convertirse en un caos... si bien es cierto todo el mundo tiene problemas, todo el mundo sufre en momento determinado... Pero cuando se trata de amor y la llama se apaga, aún cuando trataste de dar lo mejor de ti en tus mejores y peores momentos, cuando tu peor momento resulto ser más que una pesadilla... derrumbando un proyecto, afectos y lazos... Pero como ya lo dije, todo cambia y sólo un detonante basta para saber si vamos en el camino correcto. En mi caso, poner el freno de mano fue lo mejor que me pudo pasar en la vida. ¿Cómo llegue a esa conclusión? Pues... te la contare.

Me dijo con voz fría y calculadora “ya no te amo”. Me preguntaron si me dolió... casi se llevó mi alma en un instante!!!, y aunque no podía culparlo por aquello, lo mejor vino después... las excusas... como si un “ya no te amo” no fuese suficiente, “no somos iguales”... y vaya que tenía razón, pues cuando yo amé, lo hice de verdad... Lo amé... tanto, a veces más que a mí... (GRAN ERROR). Me dijo que no teníamos las mismas ambiciones... otra vez tenía razón, yo lo quiero todo, él no quería nada... Nada más que un bolsillo lleno, un envase vacío, un actor sin emociones... "Olvídame, supérame” fue lo último que escuché de su boca, antes de caer en cuenta, que mi postergación no valió la pena, que mis sentimientos fueron pisoteados no una ni dos veces... que los recuerdos ya no eran recuerdos, si no una maldita fábrica de emociones que lógicamente me hacían caer en un abismo interminable.  

Shock emocional, tres días sin dormir, sin comer, sin salir, sumergida en oscuridad absoluta, como si la tierra me hubiera tragado... ¿Que si fue culpa mía?, por supuesto, fue culpa mía pensar que todo era mi culpa, entrar en el juego absurdo de tira y afloja haciendo una competencia de quien podía herir más. Sin pensar en mí habían pasado dos meses y seguía recogiendo pedacitos de mi ser... sin darme cuenta que mi vida estaba comenzando, seguía despertando y reconociendo el mundo... “Aprovéchalo!, Es tu momento!, Vuelve a ser tu!, No pierdas el tiempo!, Luto se guarda a los muertos!” fueron palabras que fueron calando hondo repitiéndose como un mantra en mi cabeza, y entendiendo el dolor pude comprender cual era mi fortaleza. 

Abrir mi corazón, difícil decisión... pero lo hice, y como un libro abierto, de par en par, fui soltando lo que me ataba, llenándome de sueños y metas que había olvidado o simplemente dejado atrás. Mi corazón empezó a latir más fuerte que nunca pero esta vez era por mi... Latía tan fuerte que ya sabía qué hacer, empecé a sentir, a tener amantes que habían quedado guardados, olvidados en mi biblioteca, otros tantos en mi setlist y los más importantes, el amante con teclas blancas y negras, sin olvidar a aquel que tiene cuerdas, que me ayudaron a amar otra vez a mí y mi soledad... un reinicio necesario que me hizo pensar en cambios que jamás se me hubieran ocurrido, pequeñas locuras asociadas a mi personalidad que se había encerrado y escondido en un pequeño espacio dentro de mí... sentir la brisa de la mañana, así como la de la noche, disfrutar de pequeños y grandes detalles, sentir abrazos llenos de energías y recibirlos sin culpa, salir de la burbuja en la cual me había encasillado inconscientemente... Al reventarla, se hizo todo más claro, se empezó a hacer más fácil decir las cosas que antes solo podía expresar escribiendo, lo que me abrió puertas al nuevo camino que empecé, esta vez sin mirar hacia atrás... sin culpas, estableciendo y formando nuevos vínculos también reforzando los que ya tenía, simplemente agradeciendo este nuevo renacer, empezando esta vez mi propio proyecto.

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