Héctor


Héctor, sin apodo ni apellido. Búscalo, búscalo, búscalo… La incansable canción que rondaba mi cabeza…. 

Es extraño, pocas veces hablo de amores, amores de verdad, de esos que marcan para siempre, y pues les cuento amigas lectoras yo tuve uno así… He acá la mezcla de confusión y frustración, y digo frustración porque se me ha pasado mil veces por la cabeza saber de él y no soy capaz de buscarlo. No sé porque, quizá el paso de los años, vergüenza… ego, intuición… 

La cosa es que lo extraño y no de ahora sino desde hace mucho tiempo…. Tuvo que pasar mucho tiempo para darme cuenta que había perdido a mi verdadero amor. No puedo expresar literalmente su esencia, pero les contaré más o menos de aquella persona que cruzó mi camino y marcó mi vida de una o de otra forma. 

Héctor era una especie en peligro de extinción o eso creía yo en ese entonces (ojalá siga siendo así, porque era una exquisitez de persona), bueno por dentro y por fuera. No mentiré, él era un tipo un poco mayor que yo, traía cabello largo, siempre vestía casual, ya no recuerdo su apodo, pero si su nombre… de lo único que estoy segura es que él fue el amor de mi vida, alguna vez nos encontramos más tarde yo ya tenía 25 y el ya cascando pa los 30 y en ese entonces llevaba su cabello corto,seguía siendo un caballero muy guapo por supuesto, hablamos de la vida de nuestras familias… y desde ahí nunca más lo volví a ver ni a saber de él. 

Todo comenzó con una invitación de un amigo que teníamos en común… él llegó a esa fiesta con dos amigos más, nos conocimos por casualidad (supuestamente ellos iban hacia otro lado) la cara de sus amigos expresaban de todo menos que querían estar ahí, la cosa es que por algún motivo ellos se quedaron… yo era una chiquilla (toda una adolescente) 16 o 17 años, él casi 20 y ese día en la fiesta no me quitaba los ojos de encima, bailamos un rato y reímos a carcajadas mientras sus amigos querían salir corriendo de aquel lugar. Al final pasó la noche en esa tónica y cuando acabó la fiesta me invitó a salir (cómo si nos conociéramos de toda la vida)… y ustedes que creen? Acepté la propuesta. 

Aquella vez fuimos a una fiesta cerca de su casa en Puente Alto jajajaja, aún recuerdo aquel carrete como si fuera ayer, hablamos mucho y se notaba la tensión entre nosotros hasta que de repente me tomó la cintura y me dió un beso inolvidable… fue un beso con ternura, pasión pero suave, un beso qué jamás en mi vida (después que terminamos) tuve el privilegio de probar, desde ahí empezamos a vernos más seguido, disfrutando el uno del otro con una complicidad absoluta, mimos, caricias, besos, protección (ese hombre lo tenía todo!) Nuestra historia duro dos años aproximadamente, hasta que mi inmadurez y alma joven decidió terminar con aquel amor que todas soñamos algún día… 

Con el tiempo desafortunadamente se convirtió en un tipo de fantasma, pues aunque terminamos siempre pensé en él, en su forma de solucionar conflictos, en su forma de mirarme y de tratarme… pensé varias veces en buscarlo a mis 33 años, mis amigas me preguntan si sé algo de él… que me anime a buscarlo, pero la verdad es que no, no. No sé nada de él, si estará aún soltero, si es que acaso ya formó una familia… pero mi instinto me dice que no, que no puedo buscarlo, con qué cara después de 15 años volvería a por él, diciéndole...¿Qué? 

Lo único que espero después de tanto tiempo es que esté bien, que siga siendo feliz. No interrumpiría su vida, y aunque solo pensar en él me pone la piel de gallina, no lo buscaré…

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