Hace un tiempo atrás se me ocurrió la gran idea de tener un touch and go, lo que para mí implicaba sexo casual… Digo gran idea, porque todos sabemos que el sexo es como la comida, a veces hasta necesario para nuestro cuerpo y mente. La cosa es que no me detuve a analizarlo hasta después con los días, y pensé bien touch and go, junk sex (¿?)… La misma mierda con distinto nombre. Generalmente, al momento de tener sexo uno piensa en que al menos tiene que gustarte esa persona aunque sea un poco para tener un encuentro casual, ya sea física y/o sexualmente, pero tiene que haber algo aunque sea superficial. Pero cuando esto no ocurre, es ahí cuando ese touch and go se convierte en junk sex, es decir en sexo chatarra, el cual puede ser adictivo porque implica satisfacción inmediata y superficial con poca inversión de energía.
Así mismito. Sexo chatarra (este tipo de sexo se acaba cuando solo uno de los dos llega al climax), fue así tal cual. Todo empezó con un par de chelas, y el asunto es chistoso hasta cierto punto, porque obviamente estaba claro desde el principio en que no habría “NADA SERIO", igual la experiencia dejó con sabor amargo, ya les cuento por qué.
PRIMERA CITA: Desastre total en cuanto a lo esencial. Fue una pérdida de tiempo, muchas excusas, “el qué dirán" y weas sin sentido van y vienen. Se mostró como un tipo interesante, con hartas historias y buen sentido del humor al por mayor, del tipo negro y sarcástico. Si bien esto fue un aspecto positivo, pienso que si al final la cita era para tener sexo no era necesaria tanta parafernalia. En fin, la cosa es que me fui a casa satisfecha, ya que si bien no había pasado nada, al menos había pasado un rato bien agradable.
SEGUNDA CITA: Acá la cosa se puso más ruda. Es decir, pasamos un rato agradable, risas historias y demases, hasta que llegó el momento “de”. Bueno, esta parte no fue la gran cosa, ustedes saben que el sexo es sexo... caricias, besos, abrazos, y la verdad es que en el momento fue confortante, y si bien no fue la octava maravilla, tampoco estuvo tan mal (aunque yo no hubiera llegado a mi preciado orgasmo). Con el pasar de los días nos volvimos a ver, hablamos otras veces por wsp y cosas por el estilo, y entonces yo y mi puta curiosidad de saber qué pasaba, le pregunte en mi volah qué onda nosotros... porque ustedes saben que por la cabeza de una mujer generalmente siempre tiene que haber una respuesta casi para todo, aunque no sea “nada serio”, pero al menos tener la certeza de que será así. Si fue algo de una vez era y ya, pero acá fue distinto. Y aunque las cosas estaban claras, seguíamos hablando y no puedo ser cínica y decir que no me gustaba. Pero bueno, el encanto se esfumó de un momento a otro, y las cosas son así... me atreví y pregunté, y la respuesta fue “si, es cuando la ocasión se dé no más”...
PAF!!! Mostró la hilacha, wuajajajajjajaja qué madafaka es eso?!, pensé entre mí, que weá más egoísta, o sea, la ocasión!!!! ¡¡Perdón!! Hajajajajaj... la weá al final fue chistosa porque primero la ocasión la hacía completamente él. "No es obligación”... pero claro que no!, sobre todo cuando las cosas están claras, ¡pero... perdón! Dos cosas en mi defensa: cuando tienes encuentros casuales y te gusta, lo mínimo es hacer ocasiones... somos personas y merecemos respeto, madurez, no soy juguetito ni comodín de nadie, aunque no sea nada serio somos personas.
La cosa no es solo cuando él o ella quiera, en ese jueguito también hay reglas y si una también es participe de la circunstancia pues para hacerlo se necesitan dos. Así que para usted que está leyendo esto, si realmente lo único que quiere es sexo chatarra y no es capaz de complacer tampoco, mejor amigo mío cómprese un juguetito sexual y no ande dándoselas de galán empedernido, hubiera sido más adecuado un "si te he visto no me acuerdo" y haber pasado a la lista de nombres borrados.
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